Cuadro al óleo "EN UN RINCON DEL PENEDES", dónde, complacientemente, pasamos unas tardes deleitables, saboreando los racimos que se hallaban tras de nosotros.
La fresca hierba brotaba en el campo de la finca. Pinceladas acaecidas en flores y árboles que parecen salirse del lienzo marcan el carácter del cuadro.

La pequeña casa dónde tienen las herramientas para labrar la tierra parece estar algo descuidada, así mismo, puede verse en el tejado algo deteriorado por el paso del tiempo.

El camino parece guiarnos hasta la montaña de color añil debido a su distancia y a causa de la luz y del mismo color, pero con distinta tonalidad  nos sumergimos en el cielo casi plateado.